Introducción.
Senegal, más conocido como el país teranga, por la amabilidad y acogida de su gente, es el primer país de África subsahariana que visité en diciembre de 2021.
¿Por qué es buen mes diciembre?
- Temperaturas agradables y sin lluvias.
- Apenas hay insectos.
- Menos afluencia de turismo al ser temporada baja.
- Precios más económicos en alojamientos
El “nuevo” aeropuerto de Dakar “Blaise Diagne” fue inaugurado en diciembre de 2017 y está a 60km de Dakar, es decir, alejado del centro de la capital. Tras pasar el control policial, donde solo te piden la reserva de alojamiento de la primera noche, me dirijo a un puesto de tarjetas sim de Orange, donde un eficacísimo dependiente te realizará un cambio de sim en apenas 2 minutos, y a cambio de 10 euros tendrás 10 gigas de 4G en todo el viaje durante 8 días. Buen cambio de €uros a XOF (franco de África Occidental) moneda común oficial en Senegal, Togo, Burkina Faso, Benín, Costa de Marfil, Guinea Bissau, Níger, Malí.
Es un país seguro, como casi todos y teniendo sentido común disfrutarás de un viaje inolvidable.
Anécdota estrella del viaje.
Coincidió mi visita a Senegal, con la inauguración del Instituto Cervantes de Dakar. Gracias a su director, Luis García Montero a quien conocía de mis años en Granada, pude asistir a la ceremonia, que fue espectacular a la par que sencilla y departir unos agradables instantes con la reina de España, doña Letizia. Mi querido Isidoro Valerio lo reflejó también en el periódico “La Voz de Galicia”.
Si quieres más información, algún contacto, quejarte o sugerir algo, escríbeme un mensaje y te contestaré lo antes posible.
Observaciones: No fui al Lago Rosa, porque no siempre el agua esta rosa, cada vez hay menos sal y el efecto está desapareciendo. No conocí el sur del país (zona Ziguinchor ni Casamance). Me faltó conocer lo que llaman País Bassari… Siempre hay que dejar lugares por visitar para regresar a algunos destinos.
DAKAR
Se puede ir en taxi al centro de Dakar (25€) o coger un autobús (5€) que te deja en Grand Yoff, al lado del estadio de fútbol Leopold Sédar Senghor, y coger otro taxi (trayectos urbanos entre 3€ y 5 € o transporte urbano (30 cts) hacia la zona donde te alojes.
En horas punta, Dakar tiene mucho, mucho tráfico. Para desplazamientos interurbanos de más de 100 km puedes viajar en cómodos autobuses privados o también en sept-place, automóviles de 7 plazas de más de 40 años (la mayoría de ellos Peugeot 504). Recordad no coger asientos traseros centrales…. porque por poca estatura que tengas, te acabarás golpeando en el techo además de convertirte en el fiambre de un sandwich senegalés. Sus precios, para ser distancias largas son muy económicos, entre 5€ y 7€, cada mochila o maleta tiene un cargo de 75 cts.
Visitas más interesantes.
Mercado de Sandaga (preparaos para regatear si quieres llevarte algún souvenir), Mercado de
Kermel (de productos frescos y arquitectónicamente interesante), Catedral de Ntra. Sra. de las Victorias, un paseo por la Corniche, colosal monumento al Renacimiento Africano (inaugurado por casi una veintena de jefes de estado, con participación de Corea del Norte) con una de las mejores panorámicas de Dakar.
Si te sobra tiempo.
Acercarse a unos de los pequeños embarcaderos de N’Gor, coger un cayuco por 1€ y visitar la pequeña isla del mismo nombre, llena de interesantes graffitis y galerías de arte.
ISLA DE GORÉE
Para llegar, se da un corto y agradable paseo en ferry desde el puerto internacional de Dakar. Nada hace presagiar que nos encontraremos uno de los lugares más terroríficos e impactantes que he visitado nunca: la Casa de los Esclavos. El último lugar que muchos africanos vieron antes de ser salvajemente empujados a las galeras desde la muy nombrada “Puerta de no retorno”. La “casa” tenía varios compartimentos, donde se agolpaban chicas explotadas sexualmente por los propios oficiales europeos, en otra celda había jóvenes robustos listos para ser embarcados a América y ser vendidos al mejor postor, en otra hombres más delicados de salud que intentaban robustecer para poder ser vendidos por mejor precio…. y celdas de castigo para evitar motines, donde eran obligados a estar sin poder moverse de rodillas o de pie durante horas y horas… sin luz y con una humedad extrema.
Afortunadamente, en la isla se respira hoy un ambiente agradable, con mucho dinamismo y libertad, de mucho color, de mercados, de arte, de educación (alberga la única escuela femenina “Marianne Ba” del país, donde estudian las niñas con mejores expedientes académicos del país, independientemente de su clase social o económica) En definitiva, es una isla pequeña, donde se puede comer bien y disfrutar de la tranquilidad de la bulliciosa vida de Dakar.
BANDIA
Es una reserva natural de 3500 hectáreas, donde podrás ver, desde tortugas gigantes hasta cocodrilos, además de jirafas, avestruces, rinocerontes, pero también acacias gigantes, baobabs… Los animales están en total libertad. Si tienes vehículo te permiten hacer la visita por tu cuenta, aunque no lo recomiendo porque las indicaciones son inexistentes y perderse es muy fácil. Lo mejor es “comprar” el pack de visita que incluye, entrada+guía + 4×4 con otros turistas por 40 €. La visita dura alrededor de 90 minutos y cuenta con restaurante.
SALY / MBOUR
Son dos ciudades unidas por una línea costera de playa y donde más hotel de lujo hay por metro cuadrado en este país. Ciudades costeras y refugio invernal principalmente de muchos franceses jubilados, que disfrutan desde octubre hasta marzo de temperaturas muy agradables. Aunque dormir sea caro, los restaurantes de playa de estos hoteles, son económicos. (un plato de gambas 5€ y un refresco o cerveza por 2€ por ejemplo). Muchos de ellos tienen espectáculos nocturnos mientras cenas que van desde música en directo, hasta actuaciones de danzas de fuego o bailes tradicionales senegaleses. Si buscas lujo y relax a buen precio, es tu lugar de vacaciones en Senegal.
Es una atracción ver llegar por la tarde los barcos de pesca (cayucos sin cubierta tamaño XXXL) cargados de pescado y marisco que allí, en la mismísima playa subastan y distribuyen.
DELTA DEL SINE SALOUM
Catalogada como reserva mundial de la biosfera, la zona del delta es muy amplia y por consejos de
otras personas que estuvieron, me decanté por un lugar llamado Ndangane. Para llegar allí, hay que hacerlo en barca. Mi anfitrión, Francisco Xavier, un cristiano (de ahí su nombre) senegalés del sur del país, concretamente de Casamance, que habla francés y español, tiene un alojamiento típico con sus habitaciones dentro de las “pallozas”, con baños privados, mosquiteras (algo imprescindible en Senegal). Estuve 2 días, con media pensión (comida abundante con ensaladas, pescados y gambas frescas), donde pude hacer kayak (gratis), competir con nativos a la petanca (gratis) ir en calesa a los pueblos cercanos (3 horas), y recorrer la zona de los manglares en barca (2 horas), y gasté en total 59€ por todo lo que os he dicho. Una de las personas que trabaja allí, Pedro, habla un poco de español Cuando fui en diciembre, era el único turista del complejo, así que me acogieron como uno más de la familia estando muy pendiente de mí en todo momento.
El amanecer, con diferentes sinfonías de forma simultánea de decenas de aves y otros animales del delta, es una de las cosas más emotivas del viaje.
THIÉS
Lugar que visité porque allí tenía una invitación de Racine, una estudiante de Derecho, amante de los idiomas y del manga, para quien tenía un par de ejemplares de Naruto que eran los primeros que ella tocaría con sus manos. Conocí las escuelas de artesanía de la ciudad y de paso aproveché para comprar algún recuerdo. Al anochecer pude disfrutar de un zumo casero de baobab, además de una exquisita cena preparada por su madre. Es un lugar casi de paso cuando se va de Dakar a cualquier otro punto del país, y está cerca del aeropuerto internacional.